Sobre Mi
Todo empezó medio sin querer: fui a un recital con una cámara y terminé sacando fotos para varios artistas. De a poco me fui metiendo en el mundo de la música en vivo, el backstage, la producción… y cuando quise acordar, ya estaba trabajando de eso.
Después vino lo audiovisual: empecé a filmar shows, a registrar procesos creativos, a contar historias reales. Me atrapó lo documental, lo que pasa cuando nadie posa, cuando la cámara está pero no interrumpe.
Hoy dirijo, filmo y produzco contenido visual, pero mi primer amor —y el que nunca solté— es la fotografía. La imagen es siempre el punto de partida: ya sea en una campaña, un videoclip o una serie de retratos, busco una estética que diga algo, que genere atmósfera, que conecte.
Trabajo entre lo espontáneo y lo pensado, entre lo técnico y lo sensorial.

